Los biorritmos (del griego bios, vida y rhythmos, cadencia) son ciclos de energía que afectarían a las personas de una manera repetida y constante. Según esta creencia, los biorritmos se inician con el nacimiento de la persona y describen ciclos de doble curva (ascendente y descendente) durante toda su vida. Cada ciclo se divide en dos fases: la mitad del tiempo la energía está en nivel alto y la otra mitad, en nivel bajo.
Existirían tres tipos de biorritmos con diferentes duraciones:
Biorritmo físico. Regularía el estado físico de la persona, su salud y resistencia. Su ciclo dura 23 días.
Biorritmo emocional. Tendría influencia en las emociones y sensibiidad. Tiene un ciclo de 28 días.
Biorritmo intelectual. Regularía el nivel intelectual, la creatividad y el aprendizaje. Tiene un ciclo de 33 días.
Se consideran días críticos aquellos en que la energía se supone que pasa de un estado a otro, es decir, los días en que la curva franquea la línea base. Algunas personas experimentarían una gran inestabilidad en sus energías el día crítico aunque se supone que la intensidad debería variar por lo general para cada biorritmo y para cada persona. Los días críticos en cada ciclo serían:
Biorritmo físico. Día 11,5 y día 23.
Biorritmo emocional. Día 14 y día 28. Coincide siempre con el día de la semana en que se nació.
Biorritmo intelectual. Día 16,5 y día 33.
Utilidad de los biorritmos.
Los biorritmos, de acuerdo con esta creencia, constituirían un medio para conocerse mejor uno mismo y asumir la existencia de periodos de debilidad, insensibilidad o torpeza a lo largo de la vida de la persona. El conocimiento de los biorritmos supondría entender que a un periodo de energías negativas le sigue necesariamente otro positivo de recuperación.
El control de los biorritmos podría servir además para evitar realizar actividades arriesgadas o peligrosas en los días críticos o de mayor debilidad: conducir, manejar maquinaria peligrosa, etc. En el ámbito lectivo, ante unos exámenes, el estudiante podría concentrar sus esfuerzos en los días de menor energía intelectual relajándose los días de mayor potencia.
El control de los biorritmos podría servir además para evitar realizar actividades arriesgadas o peligrosas en los días críticos o de mayor debilidad: conducir, manejar maquinaria peligrosa, etc. En el ámbito lectivo, ante unos exámenes, el estudiante podría concentrar sus esfuerzos en los días de menor energía intelectual relajándose los días de mayor potencia.
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