Martes, 14 de abril de 2009. El Calentamiento Global es uno de los más severos problemas ambientales por los que ya está atravesando la humanidad como consecuencia de las actividades humanas. Representa un una aumento en la temperatura media del planeta tierra en ese espacio que conocemos con el nombre de atmósfera terrestre, es decir, esa la capa gaseosa que rodea a la Tierra y que protege la vida absorbiendo en la capa de ozono parte de la radiación solar ultravioleta, reduciendo las diferencias de temperatura entre el día y la noche, y actuando como un escudo protector.
En el calentamiento global tiene mucho que ver el denominado efecto invernadero, para muchos considerado como un fenómeno natural, que se produce cuan los rayos del sol penetran a la tierra y son nuevamente reflejados hacia la atmósfera, parte ese calor es retenido por los gases invernadero, manteniendo la temperatura media global y parte continúa más allá de la atmósfera. Explican los expertos que los gases invernadero retiene el calor del sol cerca de la superficie de la tierra, ayudando a la evaporación del agua superficial para formar las nubes, las cuales devuelven el agua a la tierra, en un ciclo vital que se había mantenido en equilibrio. Como ocurre con todos los extremos, cuando ese calor supera la capacidad de resistencia, el mismo se acumula excesivamente en la atmósfera, rompiéndose así ese equilibrio natural y produciendo este inclemente problema que venimos comentando y que inevitablemente afecta la vida del planeta.
Las cifras suministradas por el informe elaborado por el Panel de Expertos en Cambio Climático de Naciones Unidas, nos indican que para el año 2050, “la temperatura media global del planeta habrá ascendido hasta un poco más de 2 ºC con respecto al valor medio del período 1980-1999”. Esto implica que el calentamiento no será uniforme en todo la tierra producinedose graves impactos ambientales como la pérdida de los bosques tropicales; la conversión de regiones en tierras áridas; la pérdida de diversidad biológica con peligro de extinción para hasta el 30% de las especies; mayores incendios de vegetación y menos rendimiento de la agricultura y la ganadería, afectándose la producción de alimentos; el aumento de los huracanes y las tormentas; la proliferación de enfermedades como el dengue, la malaria y el cólera, y paremos de contar. La comunidad científica internacional ha alertado de que si el desarrollo mundial, el crecimiento demográfico y el consumo energético basado en los combustibles fósiles, siguen aumentando al ritmo actual, el daño pudiera ser de pronóstico reservado.
Para evitar esta debacle, es necesario entre otras cosas, reducir las emisiones de gases contaminantes y los países deben cumplir con los compromisos ambientales asumidos en las reuniones internacionales. Sin embargo es un problema de corresponsabilidad, en el que los ciudadanos también podemos poner de nuestra parte, si hacemos un consumo más racional de la energía, gastamos menos luz en nuestras casas con acciones que nos lleven al ahorro de energía, usamos menos nuestro vehículo, generamos menos desperdicios, desconectamos equipos que no estemos utilizando por un tiempo, incluyendo los de computación, estas entre otras acciones que podemos asumir como forma de vida. De esta manera contribuiremos a tener un planeta más vivible para nosotros y para los que vienen después.
En el calentamiento global tiene mucho que ver el denominado efecto invernadero, para muchos considerado como un fenómeno natural, que se produce cuan los rayos del sol penetran a la tierra y son nuevamente reflejados hacia la atmósfera, parte ese calor es retenido por los gases invernadero, manteniendo la temperatura media global y parte continúa más allá de la atmósfera. Explican los expertos que los gases invernadero retiene el calor del sol cerca de la superficie de la tierra, ayudando a la evaporación del agua superficial para formar las nubes, las cuales devuelven el agua a la tierra, en un ciclo vital que se había mantenido en equilibrio. Como ocurre con todos los extremos, cuando ese calor supera la capacidad de resistencia, el mismo se acumula excesivamente en la atmósfera, rompiéndose así ese equilibrio natural y produciendo este inclemente problema que venimos comentando y que inevitablemente afecta la vida del planeta.
Las cifras suministradas por el informe elaborado por el Panel de Expertos en Cambio Climático de Naciones Unidas, nos indican que para el año 2050, “la temperatura media global del planeta habrá ascendido hasta un poco más de 2 ºC con respecto al valor medio del período 1980-1999”. Esto implica que el calentamiento no será uniforme en todo la tierra producinedose graves impactos ambientales como la pérdida de los bosques tropicales; la conversión de regiones en tierras áridas; la pérdida de diversidad biológica con peligro de extinción para hasta el 30% de las especies; mayores incendios de vegetación y menos rendimiento de la agricultura y la ganadería, afectándose la producción de alimentos; el aumento de los huracanes y las tormentas; la proliferación de enfermedades como el dengue, la malaria y el cólera, y paremos de contar. La comunidad científica internacional ha alertado de que si el desarrollo mundial, el crecimiento demográfico y el consumo energético basado en los combustibles fósiles, siguen aumentando al ritmo actual, el daño pudiera ser de pronóstico reservado.
Para evitar esta debacle, es necesario entre otras cosas, reducir las emisiones de gases contaminantes y los países deben cumplir con los compromisos ambientales asumidos en las reuniones internacionales. Sin embargo es un problema de corresponsabilidad, en el que los ciudadanos también podemos poner de nuestra parte, si hacemos un consumo más racional de la energía, gastamos menos luz en nuestras casas con acciones que nos lleven al ahorro de energía, usamos menos nuestro vehículo, generamos menos desperdicios, desconectamos equipos que no estemos utilizando por un tiempo, incluyendo los de computación, estas entre otras acciones que podemos asumir como forma de vida. De esta manera contribuiremos a tener un planeta más vivible para nosotros y para los que vienen después.
OPINION PERSONAL: a estas alturas de la humanidad y es insolito la poca importancia que le damos a nuestro planeta, a la vida en general. ¡Es acaso tan importante el dinero y el poder que dejamos a un lado la verdadera escencia de vivir! ¿ Sera que cuando ya no haya donde vivir beberemos dinero y comeremos poder?
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